La fuerza de la percepción

[Actualización de lo publicado por Antxón Sarasqueta sobre el tema:  artículo del 20-8-2010 y obra ‘Somos información. La nueva ciencia de lo intangible‘. English version]

Todos dependemos de ‘la fuerza de la percepción‘ a partir de la cual analizamos las situaciones y tomamos decisiones que conducen a mejores o peores resultados. Pero ¿como funciona este fuerza?

La expresión la fuerza de la percepción es utilizada tanto en la comunicación de las ondas electromagnéticas como en el impacto de la información en la opinión pública. ¿Por qué?

La percepción forma parte de los más de 34 elementos que actúan sincronizadamente en el engranaje del sistema intangible de información. Para que algo sea percibido tiene que ser perceptible, y por tanto haber adquirido forma, intangible o física.

No puede haber atracción, indiferencia, neutralidad o rechazo, ni en el campo magnético ni en la opinión pública, ni en nada en la vida, en lo que no existe. Solo se produce en lo que informa (se forma) y da lugar a un proceso de comunicación y respuestas perceptivas.

Cuando algo nace genera percepción automáticamente. Así funciona el sistema intangible de información. En 2007 la Academia Química de Estados Unidos (American Chemical Society) publicó un trabajo titulado “Percepción Automática de las moléculas orgánicas basado en la Esencial Información Estructural” de los químicos chinos Yuan Zhao, Tiejun Cheng, y Renxiao Wang. Habían confirmado que en las moléculas también la percepción es automática.

La vida es en sí misma la fuerza de la percepción y desconocer como funciona el sistema intangible de información limita el potencial y las posibilidades, y por tanto los resultados y el progreso de todo.

Cada información es única y está codificada

Una de las paradojas de nuestro tiempo es comprobar el choque científico que se da entre la biometría y la clonación, o entre la verdad y la mentira en el terreno de los conflictos morales, sociales y políticos. Algo que el propio sistema intangible de información lo tiene resuelto.

En el campo biológico y de la biometría se ha constatado que no puede haber dos identidades iguales y eso hace que desde las huellas, hasta el iris de los ojos o la firma personal, identifiquen una única personalidad. Algo que experimentamos cotidianamente al estampar la firma en el supermercado, el banco, o entrar en un sistema de seguridad en los aeropuertos.

Sin embargo, siguen los experimentos de clonación, sin tener en cuenta que en el sistema de información no existen copias. Cada información es única. Aunque las personas no hagamos siempre la misma firma se identifica como única porque contiene el código de información de nuestra identidad. En el sistema de información no hay copia posible.

Lo que llamamos copia es el soporte que se utiliza para reproducir y materializar contenidos de información. Una fotocopia o un libro son el soporte de papel o informático de un contenido de información, no del sistema intangible de información que dio forma al original.

La información no miente, mienten las personas

Lo mismo ocurre en el debate entre la verdad y la mentira. Por ejemplo, cuando la misma fuente dice o hace dos o más cosas contrarias con apariencia de verdad, afirma argumentos opuestos entre sí. Sin entrar en la intencionalidad, o si es deliberado o no, es la propia información la que revela que el mensaje contiene dos argumentos contrarios, y eso no le hace fiable. Es pura desinformación.

La información nunca puede ser mentira porque en sí misma, como tal información, es verdadera. Otra cosa es utilizar contenidos y soportes de información para mentir o falsificar. Lo que se llama desinformación, que es un contenido de información manipulado y codificado para que algo sea percibido como verdadero sin serlo. La información no miente, son las personas las que lo hacen.

La información es un sistema codificado, y la percepción es una parte del sistema que permite descodificar mejor o peor los mensajes de información, y actuar en consecuencia.